Power Man
PowerMan buenos días, Javier al habla ...
Así comenzaba mi primer día en Manpower,..., la primera llamada que contestaba y ya estaba metiendo la pata hasta el fondo.
Poco ha llovido desde entonces y no por los días que han pasado, sino por lo poco que llueve en el sur (sólo fines de semana)
Para los que no lo saben, estoy haciendo las prácticas en ManPower y no, no es un gimnasio, aunque el nombre lo sugiera a jierros. Es una ETT de 3 al 4º, como otras tantas; con sus curriculums, sus ordenadores, empleados, CPD´s, plantas decorativas, San Pancracio, bolis mordisqueados, Kill-paf aromático, pero no ese decorativo tan pijo que anuncian en TV, sino ese chungo que se enchufa ,..., ahhh bueno y también tenemos la estrella de mar que Laura ha puesto junto a la mesa... (¡¡Qué chevere!!)
Ahora las cosas han cambiado, cojo el teléfono sin titubeos y hablo mientras enrededo mis dedos en el macarrón del teléfono, cual furcia atendiendo a sus clientes en esas líneas calientes del 906, a las que por supuesto, jamás he llamado. Bueno, vale, sólo una vez, por aquello de las coñas con los amigos.
Depués de 5 minutos de espera y supongo que unos 3 euros cargados en la factura telefónica del mes correspondiente, sin obtener respuesta alguna y tras escuchar una músiquita que incita a eso del sexo, le perdimos la gracia al asunto y colgamos.
Poco a poco, han ido aumentando mis fuinciones en la empresa, incluso he realizado entrevissssstas. Menos mal que Fiona nos enseño a tener buenos criterios a la hora de selccionar que si no, estaría más perdido que Lupiáñez en una clase de e-learning.
Cada día vengo a la oficina con la esperanza de que la Promotora del Corte Inglés se pase por aquí, abra la puerta y pase por delante de mi mesa, dirigiéndose a mi compañero.
Él, por su parte hace lo propio y alarga la conversación lo máximo posible, para poder disfrutar así de su cálida presencia en tan dura y ardua jornada laboral.
Después, con media sonrisa y una mirada picarona se despide y se marcha, dejándo un sútil aroma en la oficin que ojalá durase toda la mñana. Es entonces cuando "apesta a pava".
Sin más, un saludo a todos aquellos que frecuentabamos el 3er Tiempo.
Así comenzaba mi primer día en Manpower,..., la primera llamada que contestaba y ya estaba metiendo la pata hasta el fondo.
Poco ha llovido desde entonces y no por los días que han pasado, sino por lo poco que llueve en el sur (sólo fines de semana)
Para los que no lo saben, estoy haciendo las prácticas en ManPower y no, no es un gimnasio, aunque el nombre lo sugiera a jierros. Es una ETT de 3 al 4º, como otras tantas; con sus curriculums, sus ordenadores, empleados, CPD´s, plantas decorativas, San Pancracio, bolis mordisqueados, Kill-paf aromático, pero no ese decorativo tan pijo que anuncian en TV, sino ese chungo que se enchufa ,..., ahhh bueno y también tenemos la estrella de mar que Laura ha puesto junto a la mesa... (¡¡Qué chevere!!)
Ahora las cosas han cambiado, cojo el teléfono sin titubeos y hablo mientras enrededo mis dedos en el macarrón del teléfono, cual furcia atendiendo a sus clientes en esas líneas calientes del 906, a las que por supuesto, jamás he llamado. Bueno, vale, sólo una vez, por aquello de las coñas con los amigos.
Depués de 5 minutos de espera y supongo que unos 3 euros cargados en la factura telefónica del mes correspondiente, sin obtener respuesta alguna y tras escuchar una músiquita que incita a eso del sexo, le perdimos la gracia al asunto y colgamos.
Poco a poco, han ido aumentando mis fuinciones en la empresa, incluso he realizado entrevissssstas. Menos mal que Fiona nos enseño a tener buenos criterios a la hora de selccionar que si no, estaría más perdido que Lupiáñez en una clase de e-learning.
Cada día vengo a la oficina con la esperanza de que la Promotora del Corte Inglés se pase por aquí, abra la puerta y pase por delante de mi mesa, dirigiéndose a mi compañero.
Él, por su parte hace lo propio y alarga la conversación lo máximo posible, para poder disfrutar así de su cálida presencia en tan dura y ardua jornada laboral.
Después, con media sonrisa y una mirada picarona se despide y se marcha, dejándo un sútil aroma en la oficin que ojalá durase toda la mñana. Es entonces cuando "apesta a pava".
Sin más, un saludo a todos aquellos que frecuentabamos el 3er Tiempo.